Existen multitud de pequeños trucos o mejoras que podemos realizar en nuestro lugar de trabajo para aumentar la productividad de los trabajadores, pero en este post nos referiremos a los relacionados con los equipos informáticos de la empresa, y como mejorar sus características o funcionalidades puede afectar directamente a nuestro desempeño del trabajo, mejorando sustancialmente nuestra eficiencia laboral.
En este articulo destacamos unos cuantos consejos a aplicar para aumentar nuestra productividad empresarial de una forma rápida, facil y sencilla. En la mayor parte de los casos se trata de pequeñas inversiones tecnológicas que mejoran las características técnicas de nuestros dispositivos.
Multipantalla
Un elemento muy utilizado en la actualidad en la mayoría de empresas es la doble pantalla. En posición horizontal o vertical, contar con un segundo punto de visión para ampliar la cantidad de ventanas o elementos que tenemos a la vista al mismo tiempo puede ser una herramienta que aumente nuestra rapidez y comodidad a la hora de trabajar con diversos documentos o programas.
Docks adicionales
Son accesorios opcionales para los portátiles, que suelen utilizarse como bases y aumentan el número de puertos de conexión disponibles en una máquina. A menudo también cuentan con dispositivos adicionales dentro del dock, como discos duros externos o baterías extra. En cualquiera de los casos, puede ser un gran complemento si solo se cuenta con un portátil como equipo principal de trabajo, convirtiéndolo en un sobremesa en toda regla al llegar a la oficina.
Aumento de memoria RAM
Esta mejora entra dentro de los componentes internos del PC. En este caso, al instalar nuevas memorias RAM de mayor capacidad permitimos al sistema ejecutar un mayor número de programas y documentos al mismo tiempo, evitando esperas innecesarias por falta de memoria volátil. En otras situaciones, renovar la memoria RAM del equipo permite alargar su vida útil mejorando su funcionamiento general o aumentando la velocidad de almacenaje de esa memoria (dependiendo de su frecuencia).
Disco duro SSD
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la sustitución de un disco duro rígido tradicional por uno de estado sólido o SSD supone un salto de calidad automático e instantáneo en el rendimiento del equipo. Puesto que los equipos empresariales no suelen necesitar grandes cantidades de almacenamiento para ordenadores de empleados, estos se ven beneficiados con un aumento en la velocidad de carga de las aplicaciones y el sistema operativo, contando quizás con menos gigas de espacio, pero aumentando considerablemente su rendimiento laboral a la hora de evitar esperas por lecturas o escrituras de memoria en el equipo. En muchos casos se suelen tener almacenados los programas más frecuentes y el sistema operativo completo en el SSD, y se deja un disco duro rígido adicional para almacenar grandes cantidades de información que no serán utilizadas tan frecuentemente.
Sistema operativo y programas optimizados
Este último consejo es el más sencillo de implementar en la empresa. Consiste en utilizar programas que consuman pocos recursos y puedan ejecutarse con cierta ligereza en el equipo. Eso supone que el procesador está libre para realizar otras tareas como procesar ficheros y permite al trabajador no tener que luchar con equipos lentos o programas que requieren mucho tiempo de carga o se cuelguen constantemente. Sistemas operativos como Windows 8 precisan de requisitos mínimos inferiores a otros como Windows 7 o Vista, por lo tanto pueden adaptarse mejor a equipos antiguos o mejorar la productividad en equipos más modernos.
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