Una vez que tenemos desarrollada toda la información e imagen corporativa que deseamos mostrar en nuestra página web, en los entornos profesionales nos encontramos ante la tesitura de incluir o no a nuestra web en los diversos portales de directorio de empresas que existen.
Estos portales congregan una gran cantidad de empresas dedicadas al mismo sector, que ofrecen servicios similares y se muestran al público conjuntamente en forma de listas o tablas para que resulte más sencillo su acceso y comparación con la competencia. Sin duda resultan una opción interesante, pero es importante tener en cuenta diferentes aspectos y consecuencias de la inclusión de nuestra web en directorios de este estilo.
En primer lugar, por el lado positivo, no debemos olvidar que estas webs suelen generar un tráfico directo importante sobre las páginas contenidas en ellas, dado que resultan de una utilidad evidente para el usuario (aúnan contenidos similares que evitan la búsqueda individualizada del cliente) y por lo tanto tienen miles de visitas mensuales. Al tener gran índice de popularidad, estos portales pueden posicionar el nombre de nuestra empresa de una manera rápida y segura entre los primeros resultados (generando situaciones complicadas a veces, como que nuestra web principal se muestre por debajo de los directorios empresariales en la lista de resultados de Google). Esto ayuda a conseguir un mayor número de visitas en relativamente poco tiempo bajo el paraguas de popularidad y contenido concreto que ofrecen estos directorios. Por último, el acceso a nuevas empresas cuando las necesidades del cliente no se han visto satisfechas es mucho más sencillo si estamos ubicados en estos directorios, porque permiten compararnos rápidamente, pudiendo captar clientes descontentos de la competencia.
En el otro lado de la balanza, parte de las ventajas anteriores pueden convertirse en inconvenientes. Al encontrarse unidas en un mismo lugar, la competencia para la nueva web puede ser brutal, con empresas rivales que ofrecen servicios parecidos y quizás a precios más reducidos. En este sentido encontrar tan fácilmente distintas posibilidades para tu negocio puede ser contraproducente. Finalmente, y este es un hecho que suele producirse a menudo, al incluir nuestra web en este tipo de portales, cabe la posibilidad de que nuestra web sea mostrada al usuario como una especie de subpágina del directorio, sin dar más importancia que un perfil de red social o una landing informativa. Los directorios de empresas suelen llevarse casi toda la navegación en estos casos y su presencia en buscadores o anuncios es mucho mayor que nuestra web profesional privada.
Como conclusión podemos definir que cada postura tiene sus pros y sus contras, pero a la hora de tomar la decisión final, sólo debe influirnos un dato: las conversiones. Es decir, el número de ventas, contactos o formularios recibidos a través del directorio de empresas. Un gran número de estas visitas relevantes procedentes del directorio implica que nuestra empresa se favorece de la visibilidad conjunta con la competencia (ya se por los precios, mayor número de servicios o mayor calidad de los mismos), acaparando un mayor número de clientes y aprovechando del poder de estos directorios entre los usuarios comunes.